(Diario Correo - Corire 01 de Julio ) - Los pobladores de Corire y sus anexos lloran y oran por la inesperada partida de quien en vida fue su párroco, el reverendo José Lucchesi Bogart, párroco a quien se resistieron en su llegada pero que de a pocos se ganó el cariño y corazón de quienes ahora lo recuerdan y extrañan.
Falleció víctima de un paro cardíaco que le interrumpió el viaje de retorno de Italia hacia Aplao, donde ayer se realizó un homenaje al Centenario de la llegada de las misiones de San Pablo.
Lucchesi se fue a Italia a visitar a sus familiares; el lunes llegó a Lima y anteayer tomó un bus de la empresa Cromotex. Ayer a las 02:00 horas, por el sector de Ocoña, le sobrevino un pre infarto y, luego de practicarle primeros auxilios, lograron estabilizarlo.
A las 04:00 fue internado en el hospital de Camaná y cuando se preparaban para trasladarlo hasta Arequipa, expiró a las 06:00 horas, víctima de un paro cardíaco.
LA NOTICIA.-
El padre Antonio Gonzáles fue el encargado de dar la dolorosa noticia en Corire, a través de una emisora local. El alcalde, Raúl Cáceres Muñoz, también hizo uso de los micrófonos para invitar al pueblo entero a esperarlo a las 13:30 en el puente de Punta Colorada.
Luego fue trasladado hasta la nueva parroquia Nuestra Señora del Carmen que el párroco ideó, ejecutó e inauguró. Todo el pueblo lo esperaba junto a la Virgen del Carmen.
El padre Antonio presidió las honras fúnebres que hoy también se oficiarán. Sus restos permanecerán en la parroquia hasta mañana y a las 15:00 horas será enterrado en una cripta sacerdotal que él mismo mandó a construir al interior de la iglesia.
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2 comentarios:
LAS PERSONAS NOS AMAN Y NO LO ENTENDEMOS, CUANDO YA NO ESTAN, ENTONCES RECIEN LLORAMOS AMARGAMENTE POR LO MAL QUE NOS PORTAMOS CON AQUEL QUE NOS AMO.
QUE EL SEÑOR TE ACOJA PORQUE DE ÉL VINIMOS Y HA ÉL VAMOS.
Soy Fernando, uno de los seminaristas españoles que estuvo, por la gracia de Dios, el año pasado en la consagración de la nueva parroquia de Corire. Me impresionó enormemente el celo pastoral del P. José, su amor a la Iglesia y su entrega. Estoy seguro de que el Señor lo ha recibido en el Cielo con los brazos abiertos y goza ya de la compañía de ls santos pastores. Desde España pedimos por él y encomendamos al pueblo de Corire, que seguro extraña mucho su padre.
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