Ante la proximidad de las elecciones en las que los peruanos elegiremos a las autoridades que dirigirán los Gobiernos Regionales y los Municipios Provinciales y Distritales, en nuestra condición de Pastores del Pueblo de Dios en el Perú, conscientes de que, a través del voto ciudadano cada uno se compromete con el futuro de nuestro país y que la democracia es responsabilidad de todos, queremos compartir la siguiente reflexión a fin de colaborar con los elementos éticos básicos que nos permitan emitir un voto responsable, meditado, y libre.
1.- En su encíclica social ‘Caritas in veritate', el Papa Benedicto XVI nos recuerda dos criterios básicos para actuar en la vida social: la justicia y el bien común. La “justicia es la primera vía de la caridad”. El futuro del Perú debe anclarse en la justicia social, incluyendo y promoviendo a los más débiles en su proyección del desarrollo integral. El bien común “No es un bien que se busca para sí mismo, sino para las personas que forman parte de la comunidad”. La política debe buscar siempre formas eficientes de convivencia; pero nunca tiene como criterio los intereses particulares de personas o grupos interesados. Desear el bien común y esforzarse por él es exigencia de justicia y caridad.
2.- La doctrina social de la Iglesia enseña que para discernir lo que es más justo y adecuado para conseguir el bien común, debe tenerse en cuenta la primacía de la dignidad de la persona humana; se deben garantizar y promover los derechos fundamentales de la familia, se debe incluir y promover a los más débiles de la sociedad en los proyectos de desarrollo y considerar que el ejercicio de la autoridad es un servicio y no un dominio.
3.- La democracia no se limita al voto sino que deberá ser participación activa y responsable de todos los ciudadanos a través de la colaboración y vigilancia atenta de la gestión de las autoridades elegidas. Por ello es importante conocer a los candidatos, así como evaluar su compromiso con los valores democráticos.
4.- Se debe analizar sus programas, la viabilidad de lo que ofrecen, si son realistas y adecuados para solucionar los problemas de cada ciudad o Región; si son propuestas integrales (no sólo socioeconómicas y políticas, sino también morales, culturales, de seguridad ciudadana, etc.) y conformes al bien común.
5.- Debe tenerse en cuenta además la visión ética y moral de los candidatos ante los valores fundamentales como la defensa de la vida humana, de la familia, del matrimonio, de la dignidad de la mujer, y de los derechos humanos ya que el futuro del país exige de todos los peruanos, pero de manera particular de sus autoridades, rectitud ética en el desarrollo de sus responsabilidades para realizar y apoyar los cambios que nuestra sociedad necesita.
6.- Ni candidatos ni electores deben participar en el proceso electoral buscando votos exclusivos a favor de grupos políticos, étnicos, religiosos y de cualquier tipo que excluyan y marginen el ejercicio de los verdaderos valores que, en forma objetiva, deben primar en la elección de autoridades que deben conducir el ejercicio del bien común en la sociedad.
7.- Puesto que durante el proceso electoral los medios de comunicación social juegan un papel importantísimo, les invocamos a que ejerzan la libertad de expresión buscando no sólo la verdad sino también la justicia y el bien común, de tal forma que los lleve a informar de manera objetiva, imparcial y con apertura a todos los candidatos, a fin de que las propuestas sean conocidas de manera integral.
8.- Invocamos a los candidatos a desarrollar esta campaña electoral de manera transparente y respetuosa, para hacer de este nuevo momento de la vida democrática una escuela de civismo y de renovado amor a nuestra patria y su progreso.
9.- Lamentamos y rechazamos decididamente que la interceptación telefónica siga practicándose en nuestro país, en perjuicio del derecho constitucional a la intimidad y la privacidad de las comunicaciones. Como ya se ha manifestado, los medios de comunicación deben ejercer su actividad respetando en todo momento los derechos fundamentales de las personas, particularmente los relacionados con el honor, la buena reputación y la intimidad.
10.-Exhortamos finalmente al pueblo peruano a desarrollar este proceso eleccionario en un clima de responsabilidad, unidad y búsqueda de la paz y la justicia, a la vez que elevamos nuestras oraciones para que Dios bendiga a los que resulten elegidos y les conceda fortaleza para trabajar con fidelidad y honestidad por el bien del Perú y de todos los peruanos.
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