Mons. Mario Busquets, presidió hoy, en
la Catedral, la Santa Misa Crismal en la que consagró los Santos Óleos y el
Santo Crisma. La tradicional Misa Crismal es, según se recoge en la Ordenación
General del Misal Romano, “una manifestación de comunión de los presbíteros con
el propio Obispo”. En la solemne liturgia participaron casi la totalidad de
sacerdotes de la Prelatura de Chuquibamba.
Con el Santo Crisma consagrado por el Obispo en esta Eucaristía se ungen
los recién bautizados, se hace la unción a los que se confirman y se ungen las
manos de los presbíteros en su ordenación sacerdotal, la cabeza de los Obispos
en su ordenación episcopal y las iglesias y los altares en su dedicación. Por
su parte, con el Óleo de los catecúmenos, éstos se preparan y disponen al
Bautismo, mientras que con el Óleo de los enfermos, éstos reciben el alivio en
su debilidad. La palabra crisma proviene de latín “chrisma”, que significa
unción.
"En la Misa Crismal expresamos nuestra comunión eclesial, siendo consciente por mi parte de la necesidad de colaboración de vosotros, queridos sacerdotes, de vosotros, miembros de vida consagrada, y de vosotros laicos, para cuidar la diócesis. Misión que hemos de realizar en la Fe en Cristo a quien sin haberle visto, lo amamos, y sin contemplarlo todavía creemos en Él y así nos alegramos con un gozo inefable y radiante alcanzando la meta de nuestra Fe, la salvación de nuestras almas".
"En la Misa Crismal expresamos nuestra comunión eclesial, siendo consciente por mi parte de la necesidad de colaboración de vosotros, queridos sacerdotes, de vosotros, miembros de vida consagrada, y de vosotros laicos, para cuidar la diócesis. Misión que hemos de realizar en la Fe en Cristo a quien sin haberle visto, lo amamos, y sin contemplarlo todavía creemos en Él y así nos alegramos con un gozo inefable y radiante alcanzando la meta de nuestra Fe, la salvación de nuestras almas".
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